¿Soñando con un gran viaje? ¿Dispuesto a embarcarte en la aventura? Entonces no dejes de leer esta reseña que escribí (en mi antiguo blog) hace ya algún tiempo, sobre la primera edición de «Cómo preparar un gran viaje». En 2016 se publicó la segunda edición. Os recomiendo leer este post hasta el final (hay sorpresa)
Reseña de la primera edición de Cómo preparar un gran viaje
Decía así:
Si estás leyendo este blog, con toda probabilidad, serás alguien a quien le gusta viajar. Seguramente habrás hecho en tu vida algún viaje, tal vez muchos; cercano o lejano, breve o, si eres afortunado, extenso en el tiempo… Si te encuentras entre ellos no me cabe duda que en alguna ocasión has soñado con hacer un gran viaje; ponerte el mundo y la vida «por montera» y partir hacia ese destino que en ocasiones se te antoja inalcanzable, mientras suspiras diciendo: algún día…
Pero no desesperes. Otros lo hicieron mucho antes que tú- y que yo- y algunos, como Itziar Marcotegui y Pablo Strubell, viajeros infatigables, nos ofrecen un buen montón de consejos en su libro «Cómo preparar un gran viaje», recientemente autopublicado.
Aun para quienes viajan, o viajamos, de forma más o menos habitual plantearse un viaje de varios meses puede suponer un gran quebradero de cabeza. Para todos ellos- nosotros- la lectura de este manual resultará muy útil y clarificadora.
El libro está bien estructurado, con explicaciones muy sencillas sobre cada uno de los aspectos a tener en cuenta en un proyecto como el de hacer «un gran viaje» (transporte, alojamiento, visados y otros trámites…).
Pablo e Itziar son viajeros experimentados, y por tanto sus opiniones mucho más «autorizadas» que la mía, pero debo decir que difiero de aquello que exponen al afirmar que cualquiera puede hacer un viaje de este tipo y que, por tanto, esta guía es «para todo el mundo». Seguramente muchas de sus recomendaciones sean válidas para cualquiera que se inicie en la experiencia, totalmente adictiva, de viajar. Pero sinceramente opino que es necesario un cierto bagaje, estar algo «curtido» o «bregado» antes de emprender un proyecto como el que plantean.
Especialmente útiles me parecen las indicaciones que hacen referencia a trámites de visados, fronteras y aduanas, quizá porque me resultan los más engorrosos. Aunque en el libro no se hace referencia a paises en concreto, las experiencias de Pablo e Itziar y los pequeños «trucos»que nos ofrecen para solucionar problemas resultan muy interesantes.
Por otra parte, debo decir que su planteamiento – 1º escoje la fecha para tu viaje, 2º escoje el destino, 3º calcula el presupuesto- no siempre es aplicable.
La primera vez que viajé por mi cuenta fue gracias a un bote de café instantáneo. Que nadie piense que tuve la fortuna de ganar ese «sueldo para toda la vida» que publicitaba una conocidísima marca. Sin embargo, me obsequió con un pequeño objeto que desató en mi una auténtica fiebre viajera. Era una tapa de color verde con una ranura. Agotado el café soluble, esta tapa de regalo lo convirtió en una hucha, en la que comencé a guardar, cual hormiguita, todo lo que pude arañar al presupuesto doméstico. Cada vez que abría el armario de la cocina lo miraba, contaba y recontaba, quizá con la absurda esperanza de que durante la noche su contenido se hubiese multiplicado.
Una vez calculado el presupuesto del que podía disponer comencé a indagar sobre los destinos que más me apetecían. Descarté alguno porque el alojamiento excedía mis cálculos; también cambié el medio de transporte elegido, renunciando al avión y al coche de alquiler para viajar con el mío.
He rememorado todo esto mientras leía «Cómo preparar un gran viaje» pues se plantean este tipo de reflexiones a la hora de tomar tantas decisiones, y sobre tantos aspectos, en la organización de nuestro periplo. En mi caso puedo decir que el presupuesto condicionó el destino, y sobre todo la duración del viaje. Sobre la fecha no cabía decisión posible pues se limitaba, como siempre, a nuestro periodo vacacional.
Aquel viaje, que fue el primero de muchos otros, fue además un viaje familiar- niña incluida- y sobre éste y otros modos de viajar (solo, en pareja, con niños…) también ofrece el libro un gran número de consejos y experiencias viajeras.
Si en algo estoy totalmente de acuerdo es en afirmar que hay un viaje para cada uno de nosotros, sin exclusiones. Tan solo es necesario un poquito de ese «espíritu viajero». También en aquello de que «un gran viaje» es aquel que cambia para siempre nuestras vidas, independientemente de que dure un mes o un año; de que atravesemos montañas y desiertos o que maltratemos nuestros pies sobre el asfalto, bajo la sombra «amenazante» de los rascacielos.
Conozco a algunas personas a quienes un viaje les ha cambiado la vida. Mi querida amiga Leonor ha volado hasta Uruguay y Argentina, donde ahora se encuentra. Ha emprendido un viaje no sólo de kilómetros sino también de sensaciones y experiencias, que seguramente llenarán las líneas y páginas de algún libro, pero sobre todo de su propia vida.
El bote de café con la tapa verde tiene una nueva dueña. Hace poco mi hija cumplió veinte años y, harta de devanarme los sesos en busca de un regalo original con que sorprenderla, envolví cuidadosamente el bote, con una pequeña aportación en su interior. Ahora es ella la que atesora y mira el tarro de cristal, y proyecta escapadas con sus amigos.
En cuanto a Pablo Strubell e Itziar Marcotegui, son los culpables de que tras la lectura de «Cómo preparar un gran viaje» sienta un nudo en el estómago, una enorme desazón, un hormigueo que me recorre todo el cuerpo. Y es que, ya lo decía Paul Theroux, «un viajero es aquel que se siente descontento con la idea de estar en casa».
Para finalizar…
Cosas de la vida. En estos días precisamente se celebran las Jornadas de los grandes viajes, en las que Pablo Strubell tiene mucho que ver. Lo que quizá no imagine ni él, ni nadie, es qué fue de la heredera del bote de café soluble. ¿Lo adivináis? Es la creadora de este blog.
Actualización Mayo 2018
He recuperado mi bote de cristal con la tapa verde. Llenarlo, poco a poco, me causa un enorme regocijo. Quizá os resulte absurdo pero cuando lo miro pienso que un viaje, por pequeño que sea, está al llegar.
Después de unos cuantos años, el próximo sábado día 12 Pablo Strubell y yo nos «desvirtualizaremos» en las jornadas de los Grandes Viajes que se celebran en Bilbao.
Me gusta tu post, tienes mucha razón. Cualquier viaje, por pequeño o grande que sea nos aporta experiencias y sensaciones nuevas y maravillosas.
Yo soy de esas viajeras que se siente descontenta en casa!!!!!
Te paso el enlace de mi blog por si le quieres echar un vistazo…saludos
http://www.lascosasdesofi.blogspot.com.es/
Gracias por las críticas, por las positivas y por las no tanto, con las que también estamos en parte de acuerdo. Al final, somos tantos viajeros, tantas personas y tantas circunstancias que ¡es difícil «acertar» con todas! Nos alegra mucho compartir la pasión viajera contigo. Espero que nos veamos pronto.
De nada. Yo no hablaría de críticas ¡Nada más lejos de mi intención!¿Planteamientos distintos? Afortunadamente… La inspiración y los consejos ahí quedan, cada cual que los aplique según sus intereses. Sobre la utilidad del libro no cabe la más minima duda ¡Hasta pronto!