Jerash y Ajloun son algunos de los lugares que decididamente merecen una visita en Jordania. A esta conocida ruta turística le añadimos una parada extra en el pintoresco pueblo de As-Salt.
Como ya os contamos en post anteriores, decidimos alquilar coche para nuestro viaje por Jordania, ya que era mucho más económico que contratar un guía-conductor y la libertad que nos daba era impagable. Aunque Jordania cuenta con una red de transporte público (autobuses) que conectan los principales puntos turísticos del país, los horarios son muy limitados y hay algunos lugares a los que es complicado o imposible llegar.
Nosotros hicimos esta ruta en 1 día saliendo desde Ammán a media mañana por la carretera 35. Salir de la ciudad es lo único que os puede dar algún tipo de problema ya que el tráfico en la capital suele ser denso a cualquier hora. Por lo demás no tuvimos incidentes, el trayecto dura algo menos de 1 hora y la ruta es sencilla. Por el camino paramos a repostar y descubrimos que en Jordania el precio de la gasolina es estándar (al menos en el momento de nuestro viaje) y no varía de una gasolinera a otra. Aprovechamos para comprar agua y unos refrescos. Si hay algo que nos gustó es que tienen un montón de tipos de café helado en lata y fantas de sabores raros.
Llegamos a Jerash sobre las 12. Dejamos el coche en el parking gratuito que está junto al centro de visitantes y entramos para coger un plano y organizar la visita. Si te preguntas qué ver en Jerash y cuánto tiempo vas a emplear, te diré que el lugar es bastante grande y teníamos muy claro que queríamos verlo todo con calma. Empleamos unas 3h en recorrer la antigua decápolis.
Tuvimos la suerte de que durante el recorrido solo nos cruzamos con un grupo de 4 turistas españoles, literalmente estuvimos solos. Por una parte me produce tristeza pensar que Jordania está pasando por un mal momento respecto al turismo pero, por otra, visitar aquellas maravillas sin hordas de turistas fue impagable.
Qué ver en Jerash
Te cuento qué ver en Jerash con todo detalle:
Empezamos nuestro recorrido atravesando el arco de Adriano o arco triunfal, construido en el año 129 en honor al emperador que lleva su nombre, para darnos de bruces con el hipódromo. Esta enorme arena medía 245m de largo y podía llegar a albergar hasta 15.000 espectadores. Hace unos años cuando el turismo en Jordania estaba en auge, era posible asistir a una representación de carreras de cuadrigas y luchas entre gladiadores. Desgraciadamente la bajada del turismo ha obligado a cancelarlo, y es una pena la verdad. Esperemos que dentro de poco Jordania vuelva a su máximo esplendor y podáis disfrutar de este espectáculo.
Dejamos atrás el hipódromo para dirigirnos a la plaza Oval. Esta enorme e impresionante plaza está enteramente rodeada por columnas del siglo I que se conservan bastante bien. En el centro hay dos altares y posteriormente, en el siglo VII, se construyó una fuente.
Subimos al Templo de Zeus para tener una fantástica panorámica: Justo debajo de encontraba el anfiteatro, más abajo la plaza oval, la calle de las columnas y a lo lejos se distinguían varios edificios y monumentos. El templo fue construído durante el periodo helenístico, alrededor del siglo II entre los años 162 y 163. En realidad, en este mismo lugar anteriormente hubo otro templo, construido entre los años 22 y 23. Saber todo esto es posible gracias a unas inscripciones que se encontraron.
He de admitir que uno de los puntos flacos de Jerash es la falta de sombra. Si sois muy sensibles al calor os recomiendo madrugar y evitar las horas de sol. Nosotros estuvimos desde las 12.00 hasta las 15.00, que son precisamente las horas donde el sol pega más fuerte, pero también es verdad que estamos acostumbrados al calor abrasador de Madrid. Os recomendamos que llevéis un paraguas o sombrilla y una camisa fina larga para no quemaros. En los puntos altos de la ciudad había una brisa muy agradable.
Proseguimos hacia el anfiteatro sur (Porque ojo, en Jerash hay que ver 2 anfiteatros), una de las estructuras mejor conservadas y más bonitas de Jerash. Este recinto se construyó entre los años 90 y 92, durante el reinado del emperador Flavio Domiciano. Puede albergar hasta 3000 espectadores y la parte del escenario, que ha sido reconstruida, se utiliza aún hoy en día. Como curiosidad se pueden observar inscripciones en griego en algunos asientos, y es que estos estaban reservados para personalidades y familias importantes. En el anfiteatro suele haber algunos músicos con tambores y gaitas amenizando a los turistas, y preguntaréis… ¿Qué tiene que ver la música jordana y la gaita? Pues porque ésta es un instrumento típico de la música militar del país, que fue introducida por la legión inglesa durante el mandato británico de Palestina.
Nuestra siguiente parada fue La iglesia bizantina, construida alrededor del año 530. Durante las excavaciones se descubrió un mosaico con inscripciones en hebreo, por lo que se cree que anteriormente pudo haber funcionado como sinagoga.
Seguimos por la calle de las columnas o «Cardo», que se extiende por toda la ciudad de norte a sur. Una de las curiosidades que ver en Jerash es que, en el suelo, aún pueden contemplarse las marcas de las ruedas de los carros que transitaban aquella calle. A ambos lados había numerosas tiendas.
Estas son tan solo algunas de las cosas que no podéis perderos en la ciudad grecorromana de Jerash, pero hay muchas otras como el anfiteatro norte, el ninfeo, el templo de Artemis… pero no queremos extendernos en exceso. Nuestro consejo es que os lo toméis con calma y disfrutéis de la visita, si puede ser acompañados de un guía, mejor.
Retomamos la ruta en dirección a Ajlun para visitar su famoso castillo. Nos sorprendió que a medida que avanzábamos el paisaje cambiaba de desértico a un verde arbolado, señal de que nos acercábamos a las montañas. De hecho la región de Ajlun es lugar de verano para muchos jordanos. Aquí fuimos víctimas del primer episodio de trolling por parte del GPS y es que veíamos el castillo a lo lejos pero no hacíamos más que alejarnos, nos metía por unos caminos con cuestas imposibles de subir (A menos que fueras con un 4×4 como suelen hacer allí…) y para colmo acabamos en el centro del pueblo que estaba cortado y tuvimos que deshacer todo el camino recorrido. Por suerte al volver al cruce principal preguntamos a un señor que nos indicó por donde era el camino correcto. Otra curiosidad es que en Ajlun fue donde descubrimos los verdaderos precios «locales». En Jerash (dentro del complejo arqueológico) habíamos pagado 1,5JD por 2 botellas de agua de medio litro, y cuando fuimos a pagar en una tienda de ultramarinos de camino al castillo descubrimos que el precio de una botella de agua en tiendas oscila entre 0,20JD y 0,30JD. Compramos también unos helados que resultaron ser baratísimos.
Finalmente llegamos al castillo, dejamos el coche justo en la entrada y descubrimos que fuera hacía una brisa de lo más agradable, cosa que se agradecía tras haber estado 3 horas bajo el sol abrasador.
Visitar el Castillo de Ajloun
El castillo de Ajlun fue construido entre los años 1184 y 1185 por Izz Al-Din Usama, comandante y sobrino de Saladino. Sobre ese mismo terreno, anteriormente hubo un monasterio. Aunque actualmente el castillo se encuentra prácticamente vacío (A excepción de unas pocas salas donde se exponen tesoros extraídos de las excavaciones y otras zonas de la región, y algunas balas de cañon que quedan por ahí) la estructura se conserva bastante bien.
Hay varios motivos por los cuales el castillo de Ajlun se considera un punto muy importante de Jordania: Servía para defender las minas de hierro de la zona. Su posición estratégica ayudaba a defender las rutas comerciales entre Siria y Jordania en la época de las cruzadas, ya que dominaba el paso que llevaba al río Jordán. Y por último, para defenderse de los ataques de los cruzados de Al-Karak, otra importante fortaleza cristiana situada al sur, y de Beisán (Actualmente en Israel).
Tras la muerte de Izz Al-Din Usama, el castillo fue ampliado por órdenes del oficial mameluco Aibak ibn Abdullah. En los años 1837 y 1927 dos terremotos destruyeron parte de la estructura. Actualmente se encuentra en restauración.
Después de descansar al fresco en una de las terrazas del castillo, volvimos a nuestro coche para poner rumbo al pintoresco pueblo de As-Salt.
Por el camino degustamos uno de los manjares más exquisitos de todo el viaje, una especie de «Shawarma» con melek (Corazones de oveja salteados), hummus, tomate, lechuga, patatas fritas…
Una parada express en As-salt
As-Salt no suele estar incluido en los circuitos turísticos, y aunque no es de lo más importante, si os sobra tiempo o vais por vuestra cuenta, podéis visitarlo. A nosotros nos pillaba mas o menos de camino y decidimos incluirlo. Antiguamente Salt era un importante centro administrativo de la región, ya que se encontraba en la carretera que llevaba de Ammán a Jerusalén. Toda la ciudad está dispuesta sobre una colina y sus casas siguen un estilo arquitectónico único fruto de la rica historia de la región.
Uno de los principales atractivos de Salt es su iglesia Ortodoxa. Por desgracia cuando llegamos estaba cerrada y no pudimos verla, así que nos conformamos con dar un paseo por el centro y el zoco y hacer unas compras, ya que aquí los precios son mucho menores que en otras ciudades más turísticas.
Terminada la visita y con una buena dosis de cansancio a nuestras espaldas, decidimos volver a Ammán. Pasamos por nuestro hotel a refrescarnos y nos dirigimos al restaurante «Sufra» para degustar una de las mejores cenas de todo el viaje. Por si no lo sabéis, este restaurante es famoso por ser visitado asiduamente por los reyes de Jordania, pero no creáis que tenéis que ser reyes o vender un riñón para cenar aquí… por 26JOD nos pegamos todo un banquete en una preciosa terraza con unas vistas alucinantes.
Con la tripa llena volvimos al hotel a caer muertos en la cama para reponer fuerzas, ya que al día siguiente tocaba visitar los Castillos del desierto y unos cuantos rincones de Ammán.
Espero que os haya gustado nuestra aventura y que si os estábais preguntando que ver en Jerash y Ajloun (La ruta habitual para muchos viajeros) os hayamos despejado las dudas.
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