La Universidad más antigua de Europa, una gastronomía increíble y más de 60 kilómetros de pórticos, declarados Patrimonio de la Humanidad, que te protegerán de la lluvia o el sol, son algunos de los argumentos que podríamos darte para que visites la capital de la Emilia Romagna. Te contamos en este post qué ver y hacer en Bolonia en dos o tres días aunque, una vez allí, es probable que no te quieras marchar.
Además, Bolonia es un excelente punto de partida para conocer toda la región, gracias a las excelentes conexiones ferroviarias desde su estación central, tal y como ya te contamos en otro post.
Qué ver en Bolonia: mis imprescindibles
Confieso que no me gusta nada afirmar categóricamente que lugares, monumentos o atracciones, en cada ciudad que visito sean o no imprescindibles. En su defecto, prefiero plantearme la cuestión de cuál de ellos justifica por si solo el viaje a un destino determinado. Y en el caso de Bolonia no iba a ser menos.
Si esperas encontrarte con una ciudad tan bella y espectacular como tantas otras en Italia- seguro que tienes en mente Florencia, Roma o Venecia- es probable que te lleves una pequeña, o gran, decepción. Aunque también te adelanto que quizá te sorprenda más de lo que imaginas y que atesora el segundo casco histórico medieval más grande de Europa.
Por si ello fuera poco, te va a conquistar el ambiente universitario, sus calles siempre animadas, especialmente a la hora del aperititivo, o el encanto de sus edificios en tonos rojizos. No en vano es conocida como la dotta, la grassa y la rossa (la sabia, la gorda y la roja) en referencia a su Universidad, su gastronomía y el color de sus edificios, aunque también se dice que «la rossa» hace referencia a que ha sido, desde siempre, un feudo del partido comunista italiano.
Palazzo Archiginnasio, sede la Universidad más antigua de Europa
Desde 1563 a 1803, este magnífico Palacio, en el corazón de la ciudad, fue sede de la Universidad de Bolonia, la más antigua de Europa (año 1088). El edificio, obra de Antonio Morandi, fue encargado por el Papa Pio IV, que al mismo tiempo ordenó una reestructuración de la Piazza Maggiore. Actualmente alberga de la Biblioteca Municipal del Archiginnasio.
Construido en dos niveles, con un precioso patio interior, te sorprenderán los más de 7000 escudos de armas e inscripciones en honor a los estudiantes. En el nivel superior se situaban las aulas de los legisti (estudiantes de derecho) y los artisti (resto de disciplinas como la medicina, filosofía, matemáticas y ciencias).
Como curiosidad, legisti y artisti rara vez se mezclaba e incluso utilizaban escaleras diferentes para subir a las aulas. Los «salarios» de los profesores dependían en su totalidad de las aportaciones de los estudiantes, con lo que ya imaginaréis que se trataba siempre de familias adineradas.
La biblioteca es la más grande de la Emilia Romagna y contiene importantes ejemplares bibliográficos de todas las disciplinas, además de unos 35.000 manuscritos, entre ellos muchos incunables. La sala de lectura de la biblioteca ocupa la antigua Aula Magna de los «artisti», mientras que la de los legisti se situaba en la sala Stabat Mater, ricamente ornamentada y presidida por un enorme fresco de la Virgen con el niño.
No puedo ocultar que «padezco» de bibliofilia y que las bibliotecas, especialmente las antiguas, son mi gran debilidad. Asi que, como habrás imaginado, el Palazzo del Archiginnastico es mi gran imprescindible que ver en Bolonia.
El Teatro anatómico es otro de los grandes tesoros de la antigua Universidad. Esta sala dedicada al estudio de la anatomía, construida en madera, obra de Antonio Levanti, fue reconstruida tras sufrir un bombardeo en 1944.

Las figuras de Hipócrates y Galeno, y otros ilustres de la medicina, rodean este anfiteatro en cuyo centro se conserva una antigua mesa de disección de mármol. Desde las gradas, los estudiantes podían observar la disección de humanos o animales.
El acceso a la Biblioteca es gratuito pero la visita al Teatro anatómico cuesta 3€.
Pinacoteca Nacional
Es uno de los museos más importantes de Italia. Además de una vasta colección de pinturas de artistas de la región, especialmente de los Carracci y sus seguidores, alberga grandes obras de Giotto, Rafael o Tintoretto entre otros.
Inaugurada en el año 1808, la que fuese pinacoteca de la Academia de Bellas Artes recogió gran número de obras procedentes de Instituciones religiosas que fueron clausuradas con la llegada de las tropas napoleónicas.
La pinacoteca nacional se encuentra en el barrio universitario y tiene una segunda sede en el Palazzo Pepoli Campogrande, que no visitamos. Esta sede estará cerrada por trabajos de rehabilitación hasta la primavera de 2026.
Y este es mi otro imprescindible que ver en Bolonia si vas a pasar dos o tres días en la ciudad. Es evidente que en una visita rápida no vas a incluirlo. La oficina de turismo propone un recorrido por el centro de unas 3 horas de duración, a todas luces insuficiente.
El precio actual de la entrada: 10€. nosotros no hicimos reserva previa, fuimos directamente y estuvimos prácticamente solos.
Qué ver en Bolonia gratis
¿A quién no le gusta visitar una ciudad y acceder al mayor número de lugares y atracciones sin gastar un solo euro? Pues te adelanto que hay mucho que ver en Bolonia ¡gratis!.
Piazza Maggiore
Centro neurálgico de la ciudad y punto de encuentro para boloñeses o visitantes, en ella confluyen algunos de los edificios más bellos de Bolonia.
Construidos entre los siglos XIII al XVI, palacios como el de Arccusio (actual Ayuntamiento) y su famosa Torre del reloj, el Palacio del Rey Enzo (Rey de Cerdeña), el del Podestà (sede del alcalde y sus funcionarios), el de los Notarios o la Basílica de San Petronio hacen de la Piazza Maggiore un lugar imprescindible tanto si visitas Bologna en dos o tres días como si apenas pasas unas horas en ella.
Basílica de San Petronio
Consagrada al patrón de la ciudad, este imponente edificio religioso llamará tu atención por su fachada inacabada. Considerada una de las iglesias más grandes del mundo, circula la leyenda de que el proyecto inicial superaba en tamaño a la Basílica de San Pedro, por lo que el Papa Pio IV paralizó las obras, ordenando construir el Palazzo Archiginnasio.
Su construcción se inició en 1390 y no fue hasta 1538 cuando su fachada comenzó a recubrirse de mármol. Las obras se pararon y reanudaron en diversas ocasiones, parece ser que por la falta de materiales o motivos económicos. El magnífico portón central fue esculpido por Jacopo della Quercia.
El interior de la Basílica atesora grandes obras de arte, especialmente en la Capilla de los Reyes Magos (de pago) con los frescos de Giovanni di Modena representando el infierno y el Paraíso.
Escenario de grandes momentos en la historia, como la coronación de Carlos V, o la celebración de dos sesiones del Concilio de Trento, desde el año 2000 alberga las reliquias de San Petronio. También en su interior se encuentra la sepultura de Elisa Bonaparte, hermana de Napoleón.
Ayuntamiento de Bolonia
Desde 1336, el Ayuntamiento de Bolonia se encuentra en el Palazzo d’Arccusio aunque en realidad se trata de una serie de edificios que se unieron a lo largo del tiempo, como la residencia del profesor de derecho Arccusio, que da nombre al conjunto. En el siglo XV se añadió la Torre d’Arcussio, o torre del reloj.
Sus escaleras cordonadas, del siglo XVI, parece ser que fueron ideadas para que los representantes del gobierno de la ciudad subieran a caballo. Sin llegar a tanto, disfruta del acceso al Ayuntamiento por esta preciosa escalera para llegar a las distintas salas del Ayuntamiento, como la Sala Farnese o la del Consejo, cubierta de frescos del siglo XVII.
En el piso superior se encuentran las Colecciones Municipales de arte y también puedes subir hasta la Torre del reloj para disfrutar de las vistas (ambas opciones de pago).
Fuente de Neptuno
Adyacente a la Piazza Maggiore, la Plaza de Neptuno está presidida por su famosa fuente, con la estatua en bronce del dios Neptuno. Obra del escultor Giambologna, fue un encargo del Papa Pio IV.
Se dice que la Fontana es un símbolo de la generosidad y el buen gobierno del Pontificio. De hecho su denominación original es la Fontana di Acqua Pia.
También se dice que el escultor proyectó la estatua con los genitales más grandes pero la Iglesia se lo prohibió y que, no obstante, diseñó el pulgar del dios Neptuno de manera que simule un pene erecto. Mito o realidad, es frecuente ver a los turistas buscando la perspectiva exacta desde la que el escultor burló a la censura (en la esquina de la Salaborsa).
Descubrir sus pórticos, patrimonio UNESCO
En el año 2021, los pórticos de Bolonia fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Los 62 kilómetros (42 de ellos en el centro histórico) de pórticos hacen de esta una ciudad única.
Los encontrarás de todos los estilos, ya que comenzaron a construirse en la baja Edad Media. Los de Piazza Cavour y Via Farini, del siglo XIX, te enamorarán con su decoración.
Las dos torres, Garisenda y Asinelli
Si buscas un emblema de Bolonia, sus famosas torres, Garisenda y Asinelli, no son las únicas que quedan en pie de aquellas (se dice que hasta 180) que se construyeron entre los siglos XII y XIII, y que conformaban un particular «skyline».
Ubicadas en el centro de la ciudad, la torre Asinelli con sus más de 97 metros de altura resulta visible casi desde cualquier punto. A su lado, la Garisenda, con mucha menos altura (unos 47 metros de los 65 que medía inicialmente) es fácilmente reconocible por su inclinación.
Estas peculiares «torres gemelas» tuvieron en su momento, al igual que el resto, una función defensiva pero además eran muestra del poder y la riqueza de las familias que sufragaban su construcción.
Hasta hace pocos años, se podía subir a lo alto de la torre Asinelli pero actualmente se encuentra cerrada por trabajos de restauración. La Garisenda se cerró al público por el peligro de derrumbe.
Biblioteca Salaborsa
Este espacio cultural ubicado en el corazón de Bolonia, ocupa parte del Palazzo d’Arcussio. Inaugurada en 2001, es mucho más que una biblioteca al uso. Se trata de una biblioteca multimedia para uso y disfrute de todos los boloñeses, niños y adultos, en un espacio de lo más agradable que te recomiendo visitar.
Pero lo mejor de la Salaborsa está bajo tierra, ya que puedes recorrer las excavaciones arqueológicas y descubrir los restos de la Basílica civil de Bononia (nombre romano de Bolonia) del siglo II a.C., y los cimientos de las casas medievales.
Catedral de Bolonia
Aunque muchos creen que San Petronio es la Catedral de Bolonia ¡No lo es!. En realidad la Catedral, de San Pedro Apóstol, se encuentra en la larguísima Vía Independenza, la calle que va desde la Estación Central hasta Piazza Maggiore.
Su fachada barroca puede pasar inadvertida dada la ubicación, aunque personalmente me sorprendió por sus grandes dimensiones. Aunque su origen se remonta al siglo X, el aspecto actual corresponde a la última remodelación, del siglo XVI.
Su interior alberga grandes obras, como una Anunciación de Carracci o el grupo escultórico «Lamentación por el Cristo muerto» de Alfonso Lombardi. Fíjate en la pila de agua bendita de la entrada.
Basílica de Santo Stefano
Hablar de Basílica para referirse a Santo Stefano es quedarse cortos. En realidad se trata de un complejo, llamado también de las 7 iglesias, aunque en la actualidad solo quedan 4, compuesto para la unión de edificios de distintas épocas.
La Iglesia del Crucifijo, la Cripta (solo puede observarse a través de una cristalera), la Basílica del Santo Sepulcro (una reproducción del que se encuentra en Jerusalén), el patio de Pilato o el Claustro Medieval son algunos de los imprescindibles en el recorrido por este complejo monumental.
Se ubica en la Plaza del mismo nombre, aunque en realidad se trata de un espacio abierto, con forma triangular, prolongación de la Vía Santo Stefano. Es, además, una de las zonas mas animadas de la ciudad, así que te recomiendo que te sientes en cualquier terraza como un «bolognese» más, para degustar un aperitivo.
Maravíllate con los pórticos bajo los Palacios y casas de mercaderes, de los siglos XV y XVI, situados a ambos lados de la plaza. Contempla edificios renacentistas, como el Palacio Bolognini Amorini Salina, con su fachada adornada con bustos de terracota que representan figuras mitológicas. Sin duda, una de las zonas más interesantes de la ciudad.
Basílica de San Giacomo Maggiore
En Piazza Rossini, muy cerca del Teatro Comunale (Municipal) y la Pinacoteca Nacional, en pleno barrio universitario, se encuentra esta iglesia, que tuvimos que ver «al vuelo» al finalizar la misa (rogamos al sacerdote que nos dejase echar un vistazo rápido). La Capilla Bentivoglio y la Capilla Poggi son algunas joyas que alberga y no debes perderte. Junto a la iglesia, se encuentra el oratorio de Santa Cecilia, al que se accede a través de un patio.
Basilica de San Domenico
Construida por la orden de los Dominicos para guardar los restos de Santo Domingo de Guzmán, su fundador, visitar la Basílica de San Domenico es adentrarse en un auténtico museo, con obras de Guercino, Filippo Lippi y Ludovico Carracci.
El arca que contiene los restos de Santo Domingo es una de las obras más grandiosas que se pueda contemplar. Obra iniciada por Nicola Pisano, su construcción se alargó en el tiempo. Podrías pasar horas «leyendo» el relato que cuentan sus esculturas, como los milagros realizados por el Santo, pero sobretodo contemplando las maravillas creadas por Miguel Ángel o Lombardi.
Visita, también, su Claustro interno, desde el que se puede contemplar su altísimo campanario.
Santuario de San Luca
Ubicado en lo alto de una colina, visitar este grandioso Santuario del culto mariano (está dedicado a la Virgen de San Luca) ofrece la posibilidad de obtener unas hermosas vistas de la ciudad.
Si tengo que ser absolutamente sincera, no es una visita que incluiría en mi lista de imprescindibles, por mucho que esté entre las recomendadas en páginas de turismo y cientos de blogs.
Como curiosidad, es posible llegar a pie desde la Piazza Maggiore de Bolonia y puede ser un excelente ejercicio cardiovascular ya que son casi 5 km cuesta arriba. No te preocupes por el sol o la lluvia ¡el recorrido discurre bajo los famosos pórticos!. Si, como yo, no te atreves con tal proeza, puedes tomar un bus o el famoso Trenino San Luca Express, un trenecito turístico que no se si bien merece los 13€ I/V, aunque nosotros optamos por hacer «la turistada del día».
Curiosidades que ver en Bolonia: sus canales
Si quieres hacer otra «turistada» (esta vez gratuita) tendrás que hacer cola frente a una pequeña ventana , conocida como la «finestrella» de Via Piella.
A través de esta ventana descubrirás una «pequeña Venecia» y es que , durante la Edad Media, 60 canales llevaban el agua hasta el corazón de la ciudad y abastecían molinos o hilanderías. Estos canales fueron soterrados pero hoy puede contemplarse desde la finestrella una parte del canal de los molinos (hasta 15 de ellos funcionaban impulsados por sus aguas).
Qué ver y hacer en Bolonia: buenos planes
Pero no solo de iglesias y arte vive el hombre. Quizá te estés preguntando que otros planes te propongo durante tu visita a Bolonia.¿Recuerdas que al principio te dije que Bologna también es conocida como la «grassa»? Y es que, sin duda, entre los mejores planes figuran los gastronómicos. ¡Olvídate de las dietas y prepara tus sentidos para un viaje disfrutón!.
Visitar sus mercados
Disfruta de los sabores, olores y colorido de mercados como el Antico Mercato del Quadrilatero, y busca un hueco donde degustar un buen vino o una tabla de embutidos en los locales entre estrechísimos callejones en la parte más antigua de la ciudad.
El mercato di Mezzo fue el primer mercado cubierto de la ciudad, aunque el mas grande y seguramente uno de los más visitados es el Mercato delle Erbe.
Gastronomía
La gastronomía de la Emilia Romagna está considerada una de las mejores de toda Italia: mortadela, crescentine, sus famosos tortellini in brodo (con caldo) que se preparan especialmente en Navidad, y como no su tagliatelle con ragú (eso que comúnmente conocemos como «salsa boloñesa») son algunas de los platos que debes probar.
Encontrarás muchos post sobre dónde comer en Bolonia. Algunos de los locales sugeridos en la mayoría de blogs tuvimos ocasión de probarlos, así que no voy a repetirme y si os voy a recomendar el que para mí fue el mejor de todos.
Tengo que admitir que el descubrimiento no fue casual, solo seguimos el consejo de la propietaria de nuestro alojamiento. De hecho, se encuentra a pocos pasos del apartamento, en Vía San Carlo. Se trata de Hostaria San Carlino, donde podréis degustar los platos de la cocina tradicional boloñesa, en un ambiente acogedor, acompañados de una buena selección de vinos. Nos gustó tanto que repetimos.
Via Pratello
Es sin duda la zona de moda entre los jóvenes, especialmente a la hora del aperitivo. Llena de bares, osterías y locales auténticos en los que beber vino a granel. No dejes de probar la crescentina de Indegno, uno de los locales de street food más populares de la zona, o una ración de pasta fresca para llevar de Naldi.
Cultura, buen ambiente y gastronomía se dan la mano en una ciudad que te animamos a visitar.
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