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Cómo ir desde el aeropuerto de Estambul al centro [Actualizado 2021]

¡Hola a todos! Actualizamos este post con información nueva sobre como llegar al centro de Estambul desde sus dos aeropuertos: Istanbul Airport (Parte Europea) y Sabiha Gökçen (Parte asiática). Desde el 7 de Abril de 2019, el aeropuerto de Estambul Atatürk ya no opera vuelos turísticos, desviando todos los vuelos al Istanbul Airport (ISL).

VOLAR AL NEW ISTANBUL AIRPORT

Desde el cierre del aeropuerto de Ataturk, la gran mayoría de vuelos de aerolíneas de bandera han sido desviados a este aeropuerto. Hemos volado hasta allí en dos ocasiones: en 2019 con Ukraine Airlines y en 2021 con KLM.

VOLAR CON PEGASUS AIRLINES A SABIHA GÖKÇEN

Se podría decir que Pegasus es la RyanAir turca. En mi viaje en 2016 decidí volar con ellos porque encontré billetes de oferta a muy buen precio (30€ con equipaje facturado). Aunque antes era un inconveniente por la distancia, actualmente, volar a Sabiha Gökçen puede ser ventajoso: Las opciones de transporte hacia el centro son más económicas que desde el ISL y suele haber menos tráfico. La tarifa que yo compré fue la «Essentials», que incluye el billete y una maleta facturada de 20 kilos. Hay otras tarifas más caras que además permiten la selección de asientos, la elección de la comida para el vuelo o la posibilidad de cambiar los billetes.

Si haces el check-in online encontrarás unos mostradores donde dejar tu equipaje para facturarlo, sin tener que esperar. Además de una maleta, Pegasus permite también llevar un bolso de mujer, una bolsa de cámara de fotos o una bolsa de ordenador portátil y una bolsa de compras del Duty Free.

 

VISADO Y CONTROL DE PASAPORTES

Tanto cuando llegas a ISL como a Sabiha Göçken hay que pasar un control de pasaportes. La buena noticia es que desde Marzo de 2021, los ciudadanos españoles estamos exentos de visado. Para el resto de nacionalidades, os recomiendo consultar en esta web la lista de países eligibles para sacar el e-Visa.

Hay unas colas para turistas y otras para ciudadanos turcos. En Sabiha Gökçen, hay unas cabinas solo para aquellos que tienen el E-Visa o Visado electrónico.

En ISL han empezado con los controles automatizados para pasaportes turcos. Hay muchísimas más cabinas de control que en Sabiha Gökçen y por ello el trámite es más ágil.

 

CAMBIO DE MONEDA

A pesar de que nunca es recomendable cambiar dinero en el aeropuerto, cuando yo fui el cambio era prácticamente igual que en el centro de la ciudad (En el año 2016 la lira estaba a 3.60, en 2019 a 6.20). Tanto en Sabiha Gökçen como en ISL, encontraréis casas de cambio y oficinas de bancos para retirar o cambiar dinero. Os recomiendo cambiar lo justo para recargar la Istanbulkart y el resto cambiarlo en el centro de la ciudad (El mejor cambio se encuentra dentro del Gran Bazar, superando incluso el cambio oficial), porque en el aeropuerto las comisiones suelen ser bastante abusivas.

 

COMO IR DESDE SABIHA GÖKÇEN AL CENTRO DE ESTAMBUL

Hay varias opciones para ir del aeropuerto de Sabiha Gökçen al centro de la ciudad, dependiendo de si os alojáis en la parte europea o asiática. Yo voy a enumerar las 3 que me parecen más interesantes y económicas:

Transfer privado: Son minibuses o furgonetas que recogen a un grupo de viajeros y te llevan hasta la puerta de tu hotel. Cuestan alrededor de 15€ y es una buena opción si llegáis tarde. El único inconveniente es que depende de la hora podéis pillar bastante tráfico en la zona asiática para cruzar a la europea, por lo que el trayecto se puede alargar bastante.

Autobús regular de línea: Los números E-10 y E-11 os llevarán hasta la terminal de ferrys de Kadıköy. Con la Istanbulkart, que podéis sacar al salir del aeropuerto en unas máquinas, el viaje cuesta 5,60 TL y se puede pagar con Istanbulkart.

Autobús Havataş: Salen cada media hora y el billete cuesta 20 TL. Os llevará hasta la terminal de ferrys de Kadıköy o hasta la plaza Taksim. Se paga en efectivo dentro del autobús.

Si vuestro hotel está en la zona de Sultanahmet, la mejor opción para llegar hasta allí es cruzar el bósforo en barco una vez lleguéis a Kadıköy (Línea directa a Eminonu, 2 paradas) o coger la línea de Taksim para bajar hasta Kabatas con el funicular (Tünel) y enganchar con la línea 1 del Tranvía.

Como acabo de mencionar, hay línea directa a la plaza de Taksim, por lo que si os alojáis en los alrededores de la plaza, por la avenida Istiklal o en la zona de Galata-Karakoy, podéis coger directamente el autobús y cuando lleguéis el tranvía y/o funicular (Tünel) si fuera necesario.

 

 

COMO IR DESDE ISL AL CENTRO DE ESTAMBUL

El nuevo aeropuerto de Estambul, situado en la parte europea, cuenta con una mastodóntica terminal de autobuses de la compañía Havaist en la planta subterránea que cuenta con decenas de rutas para llegar a prácticamente cualquier rincón de la provincia. Nosotros vamos a enumerar las rutas más utilizadas por los turistas:

IST-1 Yenikapi: Útil si os alojáis en la zona sur de Sultanahmet. El billete cuesta 18TL.

IST-14 Kadiköy: Os lleva hasta la terminal de ferrys de Kadiköy. El billete cuesta 38 TL.

IST-16 Taksim: Ideal si vuestro hotel está cerca de la plaza de Taksim. La estación se encuentra en la trasera de la plaza. El billete cuesta 35 TL.

IST-20 Sultanahmet: Os deja en el centro de Sultanahmet. El billete cuesta 18TL. Suspendido debido a la pandemia, como alternativa tenéis el IST-12 hasta Beyazit, cerca del Gran Bazar. El billete cuesta 35 TL.

También hay un autobús de Havaist que conecta IST con SAW directamente si tenéis que coger un vuelo interno de la que lleguéis. Es el IST-13.

Los billetes se pueden adquirir en las ventanillas de la terminal de Autobuses del aeropuerto o los podéis pagar directamente en el autobús con efectivo o tarjeta de crédito. Recordad revisar bien los horarios, pues algunas frecuencias han sido reducidas por la pandemia.

 

También tenéis la opción de contratar un transfer. En esta página hemos encontrado los más económicos por 15€.

 

Espero que os haya servido esta información, y si tenéis cualquier pregunta no dudéis en consultarnos en los comentarios.

Sleeping in Airports: La guía definitiva para ahorrar durmiendo en aeropuertos

dormir aeropuerto tom hanks terminal

Parte de los consejos mostrados en este artículo son originales de la web ‘Sleeping in Airports’ y nos hemos limitado a traducirlos.

 

Puede que la idea de dormir en el aeropuerto no agrade a muchos, pero vamos a ser sinceros: Es una forma genial de ahorrar unos cuantos euros (O muchos euros, dependiendo de la ciudad) cuando viajamos en avión. Los vuelos a primera hora de la mañana suelen ser los más baratos y además muchas veces nos permiten llegar pronto al destino para aprovechar así el día. Muchas veces hay gente que se ve obligada a dormir en el aeropuerto debido a retrasos o cancelaciones de los vuelos. Si eres de los que quiere hacerlo voluntariamente, pero nunca te has atrevido, sigue leyendo. Es una práctica muy extensa y mucho menos ‘traumática’ de lo que parece.

Hasta hace relativamente poco yo nunca había dormido en un aeropuerto, siempre me las arreglaba para ir en coche o con transporte público. Mi primera vez fue en octubre del año pasado, durante mis vacaciones a Mykonos. Encontré una oferta que salía desde el aeropuerto de Milán MXP a las 6.15 de la mañana. Yo vivo cerca de Venecia, y hasta Milán en coche hay una tirada… si a gasolina y peaje sumamos el parking pues la cosa empezaba a subir un poco de precio. Por lo que la opción del coche quedaba descartada.

Segunda opción: Tren. Coger un tren hasta la estación central de Milán (2 horas aproximadamente) y después el shuttle hasta el aeropuerto (otra hora de viaje). Cogiendo con tiempo los billetes del tren de alta velocidad nos salió a 20€ por cabeza + otros 10€ del shuttle. Elegimos el último tren que llegaba a Milán sobre las 23.30, para después coger el shuttle y llegar alrededor de las 01.00 al aeropuerto.

Estuve mirando precios de los hoteles alrededor de la terminal y casi me desmayo. Al final para dormir como mucho 4 horas (Contando que hay que llegar, hacer check-in y después estar 1 hora antes en la terminal para el embarque) no merecía la pena, por lo que decidimos «dormir» en el aeropuerto. Digo dormir entre comillas porque lo que es dormir, no dormimos mucho. La Terminal 2 de Malpensa es exclusivamente de EasyJet y durante unas horas por la noche cierra, por lo que si entráis llegada una cierta hora no podréis salir (Mención especial para los fumadores visto que en MXP la sala de fumadores es inexistente).

¿Cómo dormir en un aeropuerto? Fácil, lo mejor es buscar asientos sin reposabrazos, de esos que están unidos en fila. Yo puse un par de toallas para que estuviera algo «blando» porque los asientos eran en acero (En el aeropuerto de Venecia por ejemplo hay asientos en piel bastante mullidos) y una de las 2 chaquetas la doblé para que hiciera de almohada. Otra opción si viajáis con esterilla o algo para poner en le suelo es buscar un rincón apartado donde no haya mucha luz (Prácticamente en todos los aeropuertos dejan la luz encendida) y tumbaros por el suelo. Yo encontré un rincón así pero resulta que la señora de la limpieza pasaba cada 5 minutos con una especie de coche-aspirador super fastidioso (Llegué a creer que lo hacia a posta) y era imposible dormir (No tenía tapones, me molestan y soy incapaz de llevarlos) así que opté por la opción de los asientos en fila. Al final conseguí dormir 3 horillas…

¡¡¡Por cierto, la T2 de Malpensa está presente en el ranking de los peores aeropuertos para dormir!!! Así que estoy segura de que si he sido capaz de dormir ahí, puedo hacerlo en cualquier sitio. Como curiosidad, el aeropuerto preferido por los pasajeros para pasar la noche es el de Singapur (Dato del 2015). Hay aeropuertos que tienen incluso salas de relax con butacas reclinables perfectas para echar una cabezada o los llamados ‘sleeping pods’, cabinas o cápsulas del estilo a las de los hoteles de Japón.

Podéis preguntar a los responsables de seguridad por los sitios más seguros para dormir, cerca de las videocámaras de vigilancia. También es conveniente «llegar con tiempo» ya que algunos aeropuertos en el peak de temporada pueden parecer verdaderos campings por lo que si quieres asegurarte un buen sitio para dormir, mejor llegar con algo de antelación.

Recuerda poner candados a tus mochilas o maletas, incluso alguna cadena ligera para atarlas a tu propio cuerpo. La mayoría de viajeros que duermen en los aeropuertos no tienen malas intenciones, pero puedes encontrarte con una desagradable sorpresa si alguien de fuera entra en la terminal a robar.

Vestirse a capas es la mejor opción: Durante la noche en teoría «no debería haber nadie en el aeropuerto» por lo que desactivan la calefacción (O el aire acondicionado en verano). En MXP me acuerdo que de vez en cuando abría un ojo y veía los pingüinos pasar por ahí. ¡No te olvides el antifaz y los tapones!

Algunos aeropuertos cuentan incluso con duchas: ¿Qué tal refrescarse antes de la salida del vuelo?

Ducha en el aeropuerto

Y por último… comprueba siempre que en el aeropuerto esté permitido dormir (Hay algunos donde está estrictamente prohibido),

En la web ‘Sleeping in Airports’ (Sólo en Inglés) encontraréis los mejores consejos para dormir en el aeropuerto, incluso guías de un montón de aeropuertos con los servicios que ofrecen y las mejores anécdotas de viajeros que han decidido hacer noche en la terminal.

Ah… y no te olvides de programar el despertador… No querrás perder el vuelo por quedarte dormido, ¿Verdad? 😉

Tom Hanks La terminal

 

[trx_icon icon=»icon-right-arrow-2″] Mira aquí los mejores aeropuertos para pasar la noche

[trx_icon icon=»icon-right-arrow-2″] Mira aquí los peores aeropuertos para pasar la noche 

Y si eres amante del cine, no puedes perderte ‘La Terminal’, protagonizada por Tom Hanks y Catherine Zeta Jones 🙂

París: Día 1

Este viaje empieza especialmente pronto… el despertador suena a las 6 de la mañana, después de haber dormido unas 4 horas como mucho. Empiezo a dar tumbos por la casa como un zombie y me preparo para salir. Me esperan casi 3 horas de viaje entre medios de transporte y transbordos para llegar hasta el aeropuerto de Marco Polo (Venecia). En nuestro primer día en París daremos una vuelta por el centro y visitaremos Little Tokyo.

Son las 9 cuando cojo el tren en Vicenza y calculando veo que me va a sobrar bastante tiempo. Decido ir hasta Venecia a coger el bus que me llevará al aeropuerto (No es necesario llegar hasta S. Lucía/Piazzale Roma para coger el Shuttle, ya que hay otra parada en Mestre, antes de llegar al centro de Venecia). Aprovecho para tomar el tercer café del día y me siento en las escaleras con mi vaso de cartón. La verdad es que desayunar con estas vistas no tiene precio.

Ahora si, voy a coger el Shuttle para ir al aeropuerto (Y yo aconsejo siempre coger el de la compañía ATVO, cuesta 8€ y es directo, tarda una media hora… ya que la alternativa es la línea de transporte público ACTV que atraviesa el centro y en hora punta puede ser un infierno). Ya por allí, me decido a pasar el control de seguridad, bastante lento… la verdad es que lo del aeropuerto de Venecia es bastante curioso, o llegas y está lleno o no hay nadie… no hay término medio. Aún tengo 1 hora hasta embarcar así que doy una vuelta por las tiendas de siempre y decido comprar un par de quesos de montaña para llevar a la familia. Me acerco a la cafetería y me como un trozo de pizza a precio de oro (5,20 €).

El embarque ha sido bastante rápido (Raro en Venecia… donde siempre es muy lento y los retrasos son habituales. Mención especial a la planta subterránea, diseñada muy mal y que se congestiona enseguida ya que es la zona de embarque de todas las compañías low-cost) así que me siento en mi sitio y cierro los ojos esperando poder dormir un poco. Esta vez subimos un escalón y volamos con Air France, a ver qué tal.

Pero ay amigos… que utopía. Me toca un vuelo con unas turbulencias horrorosas. De pequeña (No se cuantos años tendría pero la maleta era más grande que yo) hice un vuelo Valencia-Bilbao con turbulencias y desde entonces me entró fobia a volar. Pero como odio los viajes largos e intento siempre evitar coche o autobús… pues no me queda más remedio. He acabado acostumbrándome y ahora incluso cojo vuelos internos siempre que puedo. Además, el que haya aterrizado alguna vez en Bilbao o Santander sabrá que es una verdadera prueba de coraje para los que tienen miedo a volar… es como cuando tienes que saltar del trampolín y no te atreves, hasta que alguien te empuja.

Por cierto, estoy alucinando: Nos han dado un bocadillo en el avión, no cacahuetes o aceitunas, un ¡B-O-C-A-D-I-L-L-O! Será que casi siempre vuelo con compañías low-cost, pero esto no lo veía desde la época dorada de Iberia. Es de queso fresco (Tipo Philadelphia) y albahaca. Pero es que lo bueno no acaba ahí, 2 minutos más tarde pasan ofreciendo latas de coca-cola (De 150ml), cerveza, vasos de zumo, agua, café… Todo gratis. Si a los de Economy nos miman así, no quiero ni imaginar a los de Business. Así que punto para Air France, con todo esto ya se me ha olvidado el mal rato que pasé con las turbulencias.

Una hora y media tras nuestro despegue, aterrizamos en el aeropuerto Charles de Gaulle y hace un frío para morirse. Para hacer más interesante el viaje, cuando desembarco por el finger veo una cola larguísima. ¿Que hace toda esta gente parada en el pasillo? Bueno, pues cuando llego delante descubro que hay que pasar un ‘control de inmigración’… ¿Pero esto no pasaba sólo fuera de Europa? Tenemos que enseñar nuestros documentos de identidad, nos toman los datos y nos preguntan el motivo de nuestro viaje. Tras casi 40 minutos en esa cola infernal me dirijo a la estación del RER B que me llevará al centro de París (10€ y 30 minutos de viaje).

Son casi las 4 cuando llego a la Gare Du Nord, me encuentro con mis padres que han llegado a primera hora de la mañana y nos dirigimos al hotel. Nos alojamos en el Ibis Opera Lafayette, habitación triple.

Después de dejar nuestras cosas y hacer intercambio de víveres (Qué duro es vivir en un sitio donde el lomo embuchado y el pimentón picante no existen…) nos preparamos para salir. Tenemos la tarde de hoy para ir donde queramos. Días atrás me preguntaba qué podíamos hacer, sin caer en la ‘banalidad’ de ir a ver lo de siempre… hasta que buscando por internet encontré un blog que hablaba del ‘barrio’ japonés de París. Sin dudarlo dos veces decidí que tenía que ir allí. Los que me conocen saben que soy amante de Japón (He aprendido un poco de Japonés por mi cuenta, me gusta el manga, anime, videojuegos, la gastronomía y la cultura tradicional japonesa, además de haber practicado Kendo durante algún tiempo) por lo que esta visita era imprescindible para mi.

Little Tokyo se encuentra cerca de la zona de Opera, y sus calles más famosas son Rue Saint-Anne y Rue des Petit Champs. Tiendas de decoración, librerías, restaurantes o agencias de viajes son sólo algunos de los establecimientos que se pueden encontrar en esta pequeña ciudad nipona. La primera parada es en el ACE Mart, un supermercado de especialidades orientales. Como no podía ser de otra manera aproveché para comprar cosas que donde yo vivo serían imposibles de encontrar. Más adelante encontré también el K-Mart, aún más grande que el anterior (Y sobre el que también había leído… pero en cuanto me encontré delante del ACE el ansia me pudo y tuve que entrar y comprar xD).

ACE-mart

Ace Mart, supermercado de especialidades japonesas y coreanas

He aquí algunas de mis adquisiciones:

  • Panko: Pan rallado de gamba japonés, se utiliza para rebozados
  • Udon de pescado picante
  • Wasabi
  • Pastillas de Curry picante
  • Mochis de judías rojas

En la foto no se ven pero también compré unos Dorayakis (Esos pastelitos que comen siempre en los animes). A pesar de ser sábado encontré algunas tiendas a las que me habría gustado entrar cerradas, una pena… Había una tienda donde vendían yukatas, tabis y cajitas muy monas de Bento.

Proseguimos nuestro camino entre restaurantes de todo tipo: De Ramen, de Udon, de Sushi, de todo un poco… lo mejor es que son restaurantes auténticos, con staff japonés y menús con varios platos que no se encuentran tan fácilmente fuera de Japón (Y no como en España e Italia donde la mayoría de los restaurantes japoneses son gestionados por chinos…). La gama es muy amplia y los precios en general están algo por debajo de la media de la capital francesa, aunque hay de todo. Después de dar varias vueltas decidimos ir al restaurante Sushi Gan, ya que mi padre no es gran amante de las sopas y el sushi y allí podía comer yakitoris y tempura.

La comida estaba verdaderamente exquisita, pedimos varios tipos de sushi (hosomakis, uramakis y takos), sashimi de atún que se deshacía en la boca, ensalada de algas, gyoza, tempura y yakitori de pollo. Casi se me olvida sacar las fotos del hambre que tenía.

Pagamos 45€ en total (Con bebidas, servicio e IVA inc.) así que como veis no es nada caro. También había varios menús con precios desde los 10€ hasta 35€.

Para completar la cena nos acercamos hasta AKI, una pastelería y cafetería típica japonesa (Con varias especialidades de cocina fusion franco-nipona). Visita muy recomendada, pedimos 2 tazas de té verde, un café y un pastel de matcha de té que estaba delicioso al que habían apodado ‘Kabuki’. El té no tiene nada que ver con el que podemos encontrar en el supermercado, estaba buenísimo y nos ayudó a pasar el frío. Creo que pagamos sobre los 11€ por todo. Además conseguí chapurrear dos frases en japonés y me entendieron, todo un logro.

Té verde y pastel 'Kabuki' en AKI Boulangerie

Té verde y pastel ‘Kabuki’ en AKI Boulangerie

Y con esto concluimos nuestra tarde en Little Tokyo. Una pena que algunas tiendas estuvieran cerradas, porque me apetecía entrar en una librería especializada en literatura japonesa… Os dejamos con una selección de nuestras fotos favoritas del barrio japonés:

Little Tokyo

 

 

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Little Tokyo

 

Little Tokyo

 

Little Tokyo

 

Hasta aquí nuestro primer día en DreamingParís. Si quieres ver como continuó nuestro fin de semana, te lo contamos en este otro post.